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Schoenstatt
Chile

 


Oraciones

PEQUEÑA CONSAGRACIÓN
Oh, Señora mía, oh Madre mÍa,
yo me ofrezco todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día: mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame, defiéndeme, utilízame, como instrumento y posesión tuya. Amén.

CONFIANZA
En tu poder y en tu bondad
fundo mi vida; en ellos espero confiando como niño.
Madre Admirable, en ti y en tu Hijo en toda circunstancia creo y confío ciegamente. Amén.  

OFRECIMIENTO
Cuanto llevo conmigo, lo que soporto, lo que hablo y lo que arriesgo, lo que siento y lo que amo, los méritos que obtengo, lo que voy guiando y luchando, lo que me hace sufrir y lo que me alegra; cuanto soy y cuanto tengo, te lo entrego como regalo de amor para la fuente de gracias, que desde el Santuario brota cristalina, para penetrar el alma de quienes en Schoenstatt han puesto su corazón; para conducir bondadosamente hasta allí, a los que, por misericordia, quieras escoger y para que fructifiquen las obras que consagramos a la Trinidad. Amén.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo:
eres el alma de mi alma, te adoro humildemente. Ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame. Y en cuanto corresponde al plan del Eterno Padre Dios, revélame tus deseos.
Dame a conocer lo que el amor eterno desea de mí. Dame a conocer lo que debo realizar, dame a conocer lo que debo sufrir, dame a conocer lo que silenciosa, con modestia y en oración debo aceptar, cargar y soportar.
Sí, Espíritu Santo, dame a conocer tu voluntad y la voluntad del Padre, pues toda mi vida no quiere ser otra cosa que un continuado y perpetuo si a los deseos y al querer del Eterno Padre Dios. Amén.

ORACIÓN POR LA CANONIZACIÓN DE PADRE KENTENICH
Padre eterno: por amor a Ti y a tu santa Iglesia, el Padre Kentenich procuró cumplir siempre tu voluntad y conducir a los hombres hacia Ti.
En la confianza de que Tú lo escuchas de forma especial, te ruego me concedas lo que él te pide en favor mío (aquí se menciona la intención personal) por la intercesión de María, la Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt.
Te ruego que le regales pronto la gracia de su canonización y así pueda colaborar aún más fecundamente en la obra de tu Hijo Jesús, para gloria tuya. Amén.
(Con aprobación eclesiástica).

ASEMÉJANOS A TI
Aseméjanos a Ti y enséñanos a caminar por la vida tal como Tú lo hiciste: fuerte y digna, sencilla y bondadosa, repartiendo amor, paz y alegría. En nosotros recorre nuestro tiempo preparándolo para Cristo Jesús. Amén.

POR TU PUREZA
Dios te salve, María, por tu pureza conserva puros mi cuerpo y mi alma; ábreme ampliamente tu corazón y el corazón de tu Hijo, dame almas, confíame a las personas y todo lo demás tómalo para ti. Amén.

GRACIAS POR TODO
Gracias por todo, Madre, todo te lo agradezco de corazón, y quiero atarme a ti con amor entrañable.
¡Qué hubiese sido de nosotros sin ti, sin tu cuidado maternal!
Gracias porque nos salvaste en grandes necesidades; gracias porque con amor fiel nos encadenaste a ti.
Quiero ofrecerte eterna gratitud
y consagrarme a ti con indiviso amor. Amén.

MADRE AQUÍ ESTOY
Madre, ¿quieres mi trabajo?
- Aquí estoy. ¿Quieres que todas las fuerzas de mi espíritu lentamente se desangren?
- Aquí estoy. ¿Quieres mi muerte?
- Aquí estoy, pero procura que todos los que tú me has confiado
amen a Jesús, vivan para Jesús
y aprendan a morir por Jesús. Amén.

CÁNTICO AL TERRUÑO
¿Conoces aquella tierra cálida y familiar donde el amor eterno se ha preparado: donde corazones nobles laten en la intimidad y con alegres sacrificios se sobrellevan; donde, cobijándose unos a otros arden y fluyen hacia el corazón de Dios; donde con ímpetu brotan fuentes de amor para saciar la sed de amor que padece el mundo?
Yo conozco esa maravillosa tierra: es la pradera asoleada con los resplandores del Tabor, donde reina nuestra Señora Tres Veces Admirable en la porción de sus hijos escogidos, donde retribuye fielmente los dones de amor manifestando su gloria y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!

ORACIÓN DEL MES DE MARÍA
¡Oh María!, durante el bello mes a tí consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas . Más ¡Oh María! no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan, y coronas que no se marchitan. Estas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermosos adorno de una madre es la piedad de sus hijos y la más bella corona que pueden deponer a sus pies es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que tu nos pides son la inocencia de nuestros corazones; nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡oh Virgen Santa! en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aún la sombra misma del mal.
La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros como hijos de una misma familia cuya madre eres tú, viviendo todos en dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María! haz producir en nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para que podamos ser algún día dignos hijos de la mas santa y la mejor de las madres. Amén.

EL ANGELUS
El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
(Ave María).
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
(Ave María).
Y el Verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
(Ave María).
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestros corazones para que, habiendo conocido por el anuncio del ángel la Encarnación de Hijo Jesucristo, por su Pasión y su Cruz seamos conducidos a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

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